22. Declaracion.

Amy: ehem...



Sonic: te ves genial!! -dijo tiernamente-


Amy: Gracias "guapísimo" príncipe Speeder! -dije sonrojandome-


Sonic: a, jajaja esa reportera alagaba mucho.


Amy: siiii...


Sonic: bien vamonos.


Tome su brazo, nos fuimos caminando y platicando de muchas cosas, estábamos cerca de un parque y sentí una presencia, corría muy rápido, pero lo mas rápido lo tenia a mi lado, sujetando su mano, ¿que o quien era? Me alarme un poco, y apreté la mano de Sonic, el noto el santo apretón que le di, y se dispuso a escuchar y presenciar, hasta que me rodeo con su brazo por los hombros, me acerco a el, este solo se daba la vuelta delicadamente para que no lo viera y asintió, de que se trataba la intriga me mataba, pero yo tenia que confiar en el, es lo que hacen los amigos y parejas, me acerque y lo rodee con mis brazos, seguíamos caminando, y llegamos a una lindisima pradera, en medio de todas las flores había una mesa, lo cubría un mantel de seda azul y bordes rosados, las sillas tambien, una vela y un jarrón vacío pero al parecer con agua, dos platillos cerrados, y dos copas vacías, a un lado ¿una botella de vino, sidra, agua, líquidos misteriosos? Pero que mas daba, y cubiertos, de su esmoquin saco unas rosas rosadas, wow! De donde saca flores mi mago! Bien, las rosas fueron al florero de color azul que estaba ahí, me sentó en una de las sillas y luego el en la suya, empezamos a comer, platicar, divertirnos. Y entre una de las barras de pan estaba un pequeño papel alrededor de uno solo, lo tomr y lo que me sorprendio fue lo que decia.... Junto con un anillo con una gema Rosada!


Amy: Sonic!!


Sonic: Ames, ¿Quisieras ser mi novia? (lo que decía el papel)


Amy: me encantaria!


Empeze a llorar y después me aventé a el a abrazarlo, lo abrazaba con todas mis fuerzas, me acerque mas a el a besarlo por toda su cara, el obviamente no se resistía, y eso me encantaba era lo que mas me gustaba de el, que era dulce conmigo, no paraba de besarlo, me acurrucaba en el, era muy cómodo ese pecho suave pero a la vez tranquilo, en el que te podías acomodar como quisieras, y no te lo reclamaba, después de mucho rato, el se levanto, tiro del mantel y lo puso en el césped lleno de flores, y nos volvimos a sentar en el sobre el mantel de seda y el pasto floreado, nos volvimos a acurrucar juntos, y dormimos al aire libre, Asi cayo la noche y dormí en su pecho.